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Con la música a esta parte
Maricuela e Ignacio, el del cartapacio, son primos y viajeros.
Ella habla y habla, porque tenía un abuelo con una lengua hasta las rodillas. Pero su primo, que también era nieto del mismo, no dice ni mú. Eso sí, con sus manos no para, tiene un instrumento que habla con teclas y empujones.
Maricuela y su primo se entienden bien.
Ella canta y cuenta sus viajes y la magia que sale de sus bolsillos, zurrón y maleta.
El calla y "musica" lo "inmusicable".
Los objetos y títeres de vez en cuando abren la boca.
El público canta y adivina.
La ternura, la risa y la música lo tiñen todo. |